viernes, 13 de julio de 2012


Alrededor de la mesa
Por: Guillermo Jáuregui.

E
l interior de una botella de vino esconde algo más valioso que el secreto del paso de los años sobre las uvas. Cada vez que un corcho deja de ser guardián de una botella, el color, los aromas, el cuerpo y la presencia del vino se abren paso para inundar las copas, reproducir sus sonidos en boca de los comensales y detonar la inevitable sensación de pensar que se está uno bebiendo las estrellas. Disfrutar del vino es algo que va más allá de la clase o la sofisticación aristocrática; cada botella nos obsequia un momento para compartir con los amigos, dialogar, poner en común los diferentes puntos de vista y, sobre todo, darle un respiro al cuerpo y al espíritu al tiempo que se disfruta de una tradición histórica.
Desde mayo de este año, los sommeliers mexicanos Adolfo Calderón y Gabriel Reynoso, decidieron compartir su pasión con los amantes de la cultura del vino en Los Cabos. En un lugar privilegiado, en medio de dos montañas que revelan una vista impredecible e infinita del oceáno pacífico, el proyecto "Miércoles de Vinos" ha llevado a los comensales en un recorrido por las diferentes regiones vinícolas del mundo y las particularidades y secretos de sus uvas. La calidez y armonía del desierto rodean la finca del Club "El Rincón del Pedregal" en Cabo San Lucas, donde cada dos semanas y con el vino como pretexto, se descorchan las historias que cada botella trae consigo en una visita que dura poco más de dos horas y unas cuantas miradas del atardecer que a lo lejos desdobla sus colores sobre la tarde. Desde la primera cata, el vino tinto hizo su aparición triunfal. Primero, con la uva Malbec, pasando por Pinot Noir, Merlot y Cabernet Sauvignon. El pasado 4 de julio, con la usual temperatura que acostumbran los veranos en esta zona de la península, los sommeliers decidieron darle voz a la historia de las uvas blancas. Con una cuidadosa selección de los vinos a degustar, provenientes de la bodega "Lattitude 30-50", las copas reciben al primer invitado proveniente de la región de la Toscana, en Italia. Las suaves notas de un Castello di Querceto Vernacchia di San Gimignano 2010, despuntan en el paladar de los comensales desafiando sus expectativas. Con dos copas vacías esperando vestirse con los característicos tonos pajizos y dorados de estos vinos italianos, aparece el Zenato Trebbiano di Lugana, una cosecha de 2010 que trae consigo memorias olfativas de un vino de altura: piña, limón, manzanilla, son algunas de las esencias que salen de la copa para estrechar lazos con los comensales. En boca, este vino se desnuda de manera pasiva pero certera cuando las uvas terminan de vocalizar sus secretos en nosotros. A la espera del tercer vino, las miradas en la mesa viajan de un lado a otro convirtiéndose en temas, y éstos en palabras. La charla germina en medio de un ambiente fino y sincero que descubre el Vietti Roero Arneis, de la región del Piamonte italiano. Los vinos blancos producidos con la uva Arneis son normalmente secos, con presencia de cuerpo completo y acompañados por notas aromáticas y frescas como pera, chabacano, piña o almendra.
      Desde mayo de este año, los sommeliers mexicanos Adolfo Calderón y Gabriel Reynoso, decidieron compartir su pasión con los amantes de la cultura del vino en Los Cabos. 
A diferencia de otras catas, Gabriel y Adolfo explican de manera fluida y amigable la historia de las uvas, la terminología del medio, las regiones de producción y las características de los vinos, lo que fomenta un ambiente amistoso y de confianza para que los comensales expresen sus puntos de vista, intercambien sensaciones y percepciones de cada vino y todo fluya de manera natural hacia el gozo y el disfrute. Con las copas nuevamente llenas, nos adentramos en la segunda parte de la cata: el maridaje. El arte de combinar la comida y el vino nos depara siempre una experiencia única y diferente, cuya línea de asombro es la mezcla de las texturas, los aromas y los sabores. Sobre la mesa, aparece un plato de prosciutto con algunas rebanadas de mango y melón, un maridaje por osadía de los sommeliers que resulta en una impredecible explosión de sabores al combinarlo con los diferentes vinos que se presumen desafiantes al interior de sus copas. Al instante aparecen opiniones encontradas y la imperante necesidad de probar el platillo nuevamente. En seguida, camarones bechamel al vino blanco, un maridaje por asociación que llega de forma elegante a re afirmar nuestro quehacer en esta mesa. Se ponen en común los aciertos y la pertinencia de cada vino para elevar el sabor y el sentido de los alimentos. La charla descubre nuevos caminos y los temas son cada vez más variados, reflexivos y profundos. En el vidrio de las copas, las últimas palabras de la tarde se pronuncian y es la noche la que ahora llega desde los límites del horizonte. A lo lejos, el creciente rugir de las olas y la tenue línea de las montañas adivina los límites del desierto. El último platillo, un maridaje por oposición, llega desafiante hasta nuestros paladares. Se trata de una ciabatta de portobello con queso gratinado, tomate fresco y un toque de pimiento verde. La expresión de sorpresa es inevitable. Los sabores se enfrentan en una batalla que sucede al interior de la boca, para después abrazarse con las notas y los delicados aromas de las uvas blancas.
Inevitablemente, las copas y las botellas se van quedando vacías y es ahora la charla la que soporta el sentido de esta cata. De pie, los sommeliers agradecen a los comensales y ofrecen una reflexión final sobre los vinos que degustamos a lo largo de la noche. Un aplauso delicado y sutil resuena en las copas vacías. La sobremesa llega con la elegancia de quien ha bebido un buen vino, conversado y hecho nuevas amistades, degustado platillos exquisitos, puesto en común las vivencias e impresiones de una excelente velada y con la certera promesa de encontrarnos otra vez, frente a frente, alrededor de la mesa.




lunes, 30 de enero de 2012

viernes, 15 de enero de 2010

Momentos, espacios atemporales del recuerdo


Espasmos de tiempo obturados en la memoria del hombre. Segundos, espacios y momentos, el sentido cotidiano de la fotografía

Los momentos, atemporales desde siempre, irregulares en el espacio, en la forma, en la dirección del sentido. Momentos, esperando en la quietud del ojo sensible la captura espontánea de la vida.

Estaciones, 2007
Fontainebleau, París, francia
$1,000

Incienso en las horas, 2009
Bahía Balandra, La Paz, México
$1,500


En la quietud de los secretos, 2009
Presa Las Piedras, El Grullo, Jalisco, México
$1,000

El rugido, 2009
Los Cabos, México
$1,000


Sobre el otoño, 2006
Bois de Boulogne, París, Francia
$1,500


Círculos, 2008
Guadalajara, Jalisco, México
$1,000



Pincelada de instantes, 2008
Guadalajara, Jalisco, México
$1,000

Mirada de luz, 2007
París, Francia
$1,500


En la mira, 2009
Xel-Ha, Quintana Roo, México
$1,000


Encuentro con la vida, 2009
Xcacel, Quintana Roo, México
$2,000


Dicen los dioses, 2009
Xcacel, Quintana Roo, México
$2,000



La ventana, 2009
Quintana Roo, México
$1,000


Acordes en hierba, 2008
Tapalpa, Jalisco, México
$1,000


Aleteo, 2008
Tapalpa, Jalisco, México
$1,000


Contigo, 2008
Puerto Vallarta, Jalisco, México
$1,500


Charco y piedras, 2007
Roma, Italia
$2,000


La batalla, 2008
Guadalajara, Jalisco, México
$1,500


Detrás de la hierba, 2008
Colima, México
$1,000


El llamado, 2007
Londres, Inglaterra
$1,500


El camino, 2007
Mónaco, Côte D'Azur
$1,500

Arterias de luz, 2006
París, Francia
$1,500

Para ver el reportaje que salió en Unicable, por Sky el 15 de enero de 2010

jueves, 1 de octubre de 2009

8tava emisión del Programa de Radio Cultural Dime Poesía.
Un encuentro con la palabra, la cultura y las artes.

En este fragmento del programa entrevistamos a Adriana López Acosta después de haber escuchado su material literario grabado y musicalizado; además, hacia el final de la primera parte del programa, la escuchamos cantar en vivo una de sus canciones "Detrás de la puerta".

Para descargar el programa de radio completo, pueden ingresar a la siguiente dirección:

http://cid-ed47e537353cd44b.skydrive.live.com/browse.aspx/Programa%20de%20Radio%20Dime%20Poes%c3%ada

Locutores: Guillermo Jáuregui, Natalia de Alba, José Luis Blanquet
Invitada: Adriana López-Acosta
Fecha: Jueves 24 de septiembre de 2009

viernes, 19 de junio de 2009

Primero que el cielo

Vamos a escribir por escribir. Vamos a encontrar a lo que teme la razón. Perdámonos en la locura, en la desesperación de no saber, de no encontrar. Vamos a entregarnos a la sombra más oscura, a la luna menguante que diluye las mareas. Vamos a escribir un día más para estar juntos, a admirar el cielo que nos une sin pedirlo.

Vamos a perdernos en un bosque de secretos y a fingir que llueve, que se inunda de luz todo esto que vemos. Vamos a reclamarle al tiempo los recuerdos y esperar que sea benevolente, a vivir un día sin naufragar en la distancia. Vamos a seguir, a crecer en las palabras, a olvidar que las paredes se encogen de nostalgia. Es tarde ya, y se escuchan los vacíos.

Tal vez mañana el sol salga primero que el cielo.

martes, 14 de abril de 2009

Es una lástima

Es una lástima que no estés conmigo esta noche.

Preparé la cena, compré un par de velas y pensé que sería bueno escuchar a Bach para variar.
Es una lástima que al mirar el reloj sólo vea tu reflejo que no llega, y el silencio, siempre el silencio.

Porque hoy aprendí que esperar no siempre alivia el fuego de la insatisfacción, de la ausencia, de la necesidad de vocalizar los latidos del momento.

Podría escribir las brasas de tu nombre y esperar que llamaras a la puerta,
que te acercaras en medio del aire y me dieras mil razones para creer que hoy te quiero más que nunca.

Es una lástima que siga viendo el reloj después de todo, y que piense,
por un momento, que tal vez llegarás tarde.

Voy a salir a dar un paseo, lo necesito.

martes, 24 de marzo de 2009

Vapor de tinta

Ya no hay tiempo para escribir. La noche se enfría, se acaba en la luz de las ciudades.

Se acerca la mañana, y yo me encuentro,
me miro en la ceguera del reflejo,

y escribo vapor de tinta.